Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en https://nellzgrn373293.post-blogs.com/59235900/el-mundo-recuerda-el-cabezazo-de-zidane